La gestión de la comunicación interna representa un reto para cualquier comunicador, toda vez que requiere contar con el compromiso de directivos, líderes y mandos medios. ¿Cómo lograrlo? El Dircom debe impulsar un proceso de sensibilización que incluya, por lo menos, estrategias en estos tres frentes:
- Explicar de qué manera la comunicación interna ayuda a la productividad de la organización: Esto implicará que los líderes de la organización comprendan cuál es la función de la comunicación interna; cuáles son los roles de un área de comunicación interna, de qué manera se puede alinear la CI al plan estratégico de la empresa; cuáles son los roles que la comunicación interna cumple en la gestión de la reputación, la identidad, la cultura, la calidad, el conocimiento, y el cambio; por qué es importante planificar y evaluar la CI; por qué se requiere una cultura comunicativa; por qué es importante que el Dircom tenga un asiento en la coalición dominante de la empresa; cuál es la función de la comunicación interpersonal y la retroalimentación; y finalmente, por qué debe existir una plataforma de medios de comunicación.
- En segundo lugar, hay que sensibilizar a los líderes en torno a la línea argumental y los mensajes clave que siempre deben contribuir a divulgar. Mucho se ha hablado al respecto, pero aquí van algunos de los más importantes: el pensamiento estratégico de la organización; la situación laboral de la empresa; las decisiones que se toman en los centros de poder de la empresa y en todas las áreas; funciones y compromisos de las áreas y los empleados; criterios de evaluación y retroalimentación sobre lo que los empleados piensan y esperan de la empresa; por qué, qué, para qué y cómo de los cambios; la situación financiera; los atributos de reputación corporativa y finalmente tanto las buenas como las malas noticias.
- En tercer lugar, los líderes deben HACER y asumir varios compromisos: predicar con el ejemplo para ser coherentes; escuchar; mejorar sus habilidades de comunicación oral, escrita y kinéticas; dialogar y reunirse con los empleados; construir confianza; comunicarse proactivamente; demostrar imparcialidad en sus juicios y decisiones; respetar la opinión ajena sin descalificar los juicios adversos; motivar e inspirar optimismo entre los empleados y colaboradores; y tener una filosofía de transparencia y apertura.
Estas tres ideas, para empezar, pueden ayudar a las áreas encargadas de la comunicación interna en la empresa a afianzar el compromiso de líderes y directivos frente a la comunicación, de modo tal que entiendan que los retos en este campo no son responsabilidad de un área específica, y que una verdadera cultura comunicativa en la empresa se construye solo si ellos dan el ejemplo. Con sus prácticas, podrán demostrar y comunicar al resto de los colaboradores, que la CI es un frente estratégico y que comunicar es, no una función más, sino un compromiso clave y permanente.